Escúchate… y comprende tus emociones

El día a día, la rutina cotidiana, la necesidad a atender, las deudas por pagar, la tan trillada falta de tiempo para descansar, falta de tiempo para hacer actividades recreativas, falta de tiempo para preparar comidas saludables, nos lleva a incrementar el nivel de estrés hasta que la vida o llámale como más te apetezca, nos pone un alto….

 

Probablemente haces caso omiso a las peticiones de tu cuerpo… grita detente, para de comer, respira, regálate un descanso, medita, edita tus emociones, acomoda tus actividades y vamos a habitar ese espacio de intimidad un momento del día, solo un momento, por más que nos grite y te haga saber que te estas abandonando, continúas haciendo caso omiso.

 

Y entonces, tu salud se quebranta, sucede algo que juzgas como tragedia…

 

Juzgas ese momento como el peor de tus días, pues no tienes la energía necesaria para hacer todas y cada una de las actividades cotidianas, no tienes la energía necesaria para controlar todo y a todos, te encuentras frente a una realidad que no conoces, pues estas habituada a Ser y Hacer todo lo que consideras necesario para estar bien…

 

En ese momento puede surgir una gran sensación de ansiedad, que se incrementa de manera exponencial cuando vas al médico y te dice: es necesario inmovilizarte, por tu bien… Pareciera que este es el fin de tus días.

 

Justo en este momento de fricción máxima, de enojo, de ansiedad, de frustración o de pérdida, es el momento perfecto para crecer, pues te encuentras frente a una gran oportunidad de detener tu carrera diaria y revisar tu estilo de vida, tus pensamientos, cuestionar tus creencias y todo aquello que es importante para ti.

 

Es un regalo muy valioso con una envoltura horrible llamada accidente, despido laboral, separación o divorcio, solo por mencionar algunos, un regalo que trae consigo la oportunidad de voltear hacia ti y resolver todo eso que te causa molestia e infelicidad.

 

Toma tu espacio, respira y observa tu entorno, observa tus actitudes, tus emociones y lo que tienes disponible para ir más allá del momento que juzgas tragedia.

 

Retómate y respira, permítete habitar en ti, y permite a los demás en tu entorno crecer y aprender nuevas rutinas en casa, nuevas formas de relacionarse, permite que descubran sus habilidades y descubre tus fortalezas…

 

Escúchate y crea un nuevo estilo de vida, donde lo más importante sea mantenerte en equilibrio con tu salud, tu familia, tus relaciones y donde haces lo que amas, un estilo de vida donde lo más importante sea mantenerte centrada en el conocimiento de ti mismo/a a través de cada experiencia en tu vida cotidiana.

Después de todo, si ya estas frente a ese momento de estrés… ¿Qué puedes perder si intentas hacer algo diferente?

 

~ Clau Zavala

 

 

 

 

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